Ciclos femeninos y deseo: Cómo podés acompañarte en tu placer consciente

Tal como las mareas siguen a la luna, el deseo femenino también se mueve siguiendo ritmos invisibles: días en que la fogosidad abrasa, días en que la excitación se encierra, y hay días en que parece que el deseo duerme sólo para renacer más potente.
Entender la relación entre ciclos femeninos y deseo sexual es una llamada a escucharte, a quitarte exigencias y vivir tu propia sexualidad con placer consciente.
Tu cuerpo, un territorio cíclico
El deseo no es constante y tampoco lo son nuestras hormonas ni nuestra energía, ni tampoco nuestras emociones. Cada mujer le da la bienvenida a su propio ciclo y todas compartimos una cosa: la naturaleza rítmica del cuerpo. Reconocerla es abrir la puerta a un autoconocimiento sexual, una herramienta y medio que nos permite disfrutar de cada fase desde la libertad del propio cuerpo.
Las diferentes fases del ciclo menstrual y su correlato con el deseo sexual femenino.
🌸 Fase folicular (después de la menstruación)
Durante este momento, tras la menstruación, se producen un aumento de los estrógenos, el cual hace que la energía regrese y no es raro sentir la mente más abierta, algo más ligera, más curiosa. Tu deseo empieza a desperezarse.
🌸 Ovulación
El periodo de mayor brillo: lubricación natural, autoestima alta, atracción elevada, el juego y la conexión son significativos. Lucí tu luz, disfrutá tu deseo
🌸 Fase lútea
La progesterona se convierte en la predominante, el deseo puede volverse íntimo, profundo y emocionalmente cargado… o puede llegar a desaparecer. Ambas posibilidades son válidas. Ambas posibilidades son naturales. Conocé tu fluir
🌸 Menstruación
Es la fase introspectiva. La menstruación para unas mujeres es el momento de que el deseo se aleja, mientras que para otras, el deseo es la fase que potencia una sensibilidad emocional y física, el erotismo se vuelve más suave y más pensado. Disfrutá de tu sentir de manera auténtica.
Romper la idea de que el deseo es un modelo lineal
No sentir deseo todo el tiempo no es un problema. El ciclo no es una prisión, es un mapa, y cada mujer tiene el suyo. En cada fase existen maneras de vivir el placer consciente y la intimidad.
Escuchar a tu ciclo es escuchar tu deseo. No es falta ni exceso: es ritmo. Cuando vas reconociéndote en cada fase, el deseo deja de exigir y pasa a convertirse en un diálogo íntimo con vos misma.